La final de la Eurocopa cumplió con el cierre adecuado para un torneo de altísimo nivel. No hacía falta que Enrique Iglesias cantara en la ceremonia de clausura para añadirle brillo a lo que fue un gran partido. España ha sido un merecido campeón, derrotando a la potente Alemania por 1-0.
La "roja", sin embargo, fue de menos a más. En el arranque eran los germanos quienes transitaban el campo con la firmeza de alguien que ya conoce el escenario. Los españoles tardaron en entrar en calor, como estupefactos ante el reto histórico por delante.
La "roja", sin embargo, fue de menos a más. En el arranque eran los germanos quienes transitaban el campo con la firmeza de alguien que ya conoce el escenario. Los españoles tardaron en entrar en calor, como estupefactos ante el reto histórico por delante.
Pero, una vez que tomaron el balón, a partir del primer cuarto de partido, ya no hubo vuelta atrás. Una repetición del mismo dominio y manejo de la esférica que se vio en sus cinco partidos anteriores.
Y fue sobre la media hora de juego que llegó la recompensa. Un balón en profundidad de Xavi para Fernando Torres, quien dejó atrás a Metzelder, se quitó de encima a Lahm, y la tocó con la mayor de las sutilezas por encima de un rampante Lehmann, para un golazo que ponía a España a soñar en su primer título en 44 años.
Un gol, a la postre definitivo, que por su belleza e importancia, era el tanto justo para una selección que mereció ganar en un excelente torneo.
Y fue sobre la media hora de juego que llegó la recompensa. Un balón en profundidad de Xavi para Fernando Torres, quien dejó atrás a Metzelder, se quitó de encima a Lahm, y la tocó con la mayor de las sutilezas por encima de un rampante Lehmann, para un golazo que ponía a España a soñar en su primer título en 44 años.
Un gol, a la postre definitivo, que por su belleza e importancia, era el tanto justo para una selección que mereció ganar en un excelente torneo.
La llegada de los campeones en imágenes
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