La siesta
La Regla de San Benito (año 540 d. C.) obligaba a los monjes a guardar silencio y reposo después de la “hora sexta”, un rezo breve que se hacía justo después de la comida monacal. La norma de descansar después de esa oración dio origen a la expresión “guardar la sexta” o “sextear”, que después derivó en sestear. El horario coincide, a su vez, con la hora sexta de los romanos, que iba de las 12 del mediodía a las tres de la tarde, el intervalo de mayor calor del día.
Hubo un tiempo en que la cesta de Navidad se la daban los empleados a los jefes. El primer aguinaldo lo recibió Rómulo, el rey de Roma. Sus ayudantes le regalaron el primer día del año unas ramas cortadas del bosque de Strenia, la diosa de la buena salud y la suerte. El obsequio era un indicio de buen augurio para el año entrante, como los frutos secos y los dátiles que se intercambiaban los celtas. Estos usaban la palabra eguinad para designar el regalo, de la que deriva la española “aguinaldo”.
Traductor a braille
Claude Garrandès, un profesor francés ciego, ha creado un traductor instantáneo a braille que cabe en la palma de la mano. Una microcámara escanea cada carácter, y un software lo traduce. La persona lee el texto gracias a una célula braille que tiene unos picos móviles que suben y bajan para dibujar cada letra.
Propina
La inventaron los griegos, que tenían por costumbre beber solo una parte del contenido de la copa. La propina era el resto, que se tomaba la persona a cuya salud se brindaba. Su significado ha cambiado tanto que en unos sitios es obligatoria y en otros se ve como una ofensa. En algunos locales de Nueva York cuelga un letrero que dice: “La propina no es una ciudad de China”, para recordar al cliente que deje entre el 15 y el 20% de la cuenta. En cambio, en Japón es casi un insulto: se piensa que quien la da pretende aparentar superioridad.
El virus informático
No es para celebrarlo, pero estamos de cumpleaños: hace 25 años que Rich Skrenta inventó el primer virus informático. En las Navidades de 1982 le regalaron un Apple II y se le ocurrió gastar una broma a sus amigos metiendo ficheros en copias piratas de videojuegos, que saltaban al sistema y destruían otros fiheros. Juguetona que era la criatura.
El penalti
Muchos jugadores le deben a William McCrum, el inventor del penalti, haber pasado a la historia del fútbol por salvar algún partido in extremis. McCrum era portero en el equipo de su pueblo, Milford Everton, en Irlanda, y comprobó cómo, poco a poco, el juego ganaba en agresividad y se corrompía su pureza inicial. Corría el año 1880 cuando comenzó a aplicar la pena máxima en los partidos que jugaba su equipo con otros del condado. Diez años después, buscó el refrendo de la International Football Board, y el 2 de junio de 1891 el penalti se incorporó al fútbol internacional.
Las primeras referencias escritas de la salazón de la carne de cerdo aparecen en el siglo, II en el Imperio Romano. Los jamones serranos ya se citan en las tarifas de precios de la época de Diocleciano y en las monedas de Augusto. El sacrificio, despiece, salazón y secado siguen realizándose hoy como entonces.
Y, con este manjar típico español me despido por hoy. Ya os contaré más inventos y sus orígenes más adelante, quién sabe...
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