Juande... bye-bye!

Inesperada, inoportuna, ilógica... Todos estos adjetivos describen la salida de Juande Ramos del Sevilla. Se trata de una decisión que escuece al sevillismo, y no sólo por las formas en las que el entrenador se va, sino por la manera en la que deja al equipo: literalmente "tirado". Sus promesas de que se cumpliría su contrato han caído en saco roto... En fin, se consumó la marcha del mejor entrenador de la historia del Sevilla, del hombre que le dio los cinco títulos.
Juande ha dejado al Sevilla en mitad de dos competiciones y a punto de iniciar una tercera (Copa del Rey) para acudir a la llamada de un contrato tan suculento que le pone por delante el Tottenham y que no podía rechazar. En el club londinense ganará 20 millones de libras repartidas en cuatro años y un quinto opcional, que habría que negociar aparte. Es decir, 5 millones de libras (exactamente 7,12 millones de euros) por temporada. Estas mareantes cifras le llevaron a casi esconderse en su marcha.
Dirigió el entrenamiento como un día cualquiera, toreó a los medios con risas y bromas sin hacer declaraciones y se fue de la ciudad deportiva tras tener una breve reunión con Del Nido y Monchi, en la que les comunicó que su intención era la de no cumplir el contrato que tenía firmado hasta junio. Por la tarde, acudió al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán para discutir con el club las condiciones de su salida, mientras, al mediodía, el presidente, el director deportivo y el entrenador del filial, Manolo Jiménez, almorzaban con la idea fija de que el de Arahal contase con toda la confianza del consejo y de la dirección deportiva para tomar las riendas del primer equipo. Desde ese momento, Jiménez quedaba con órdenes de mantenerse a la espera y con el teléfono abierto para ser nombrado para el nuevo cargo una vez que Juande se pronunciase pública o privadamente sobre su intención de abandonar el barco, es decir, cuando se dignara a dimitir.

La confirmación de lo que se sabía desde media mañana se demoró hasta muy tarde (10 y media de la noche exactamente), porque había muchas cosas que discutir y porque Juande, que se marcha con su preparador físico y mano derecha, Marcos Álvarez -Poyet será su segundo-, parecía dispuesto a demorar el hecho de decantarse por la dimisión para romper el contrato. Pero tampoco quedaba tiempo para mucho más, ya que el Tottenham presionaba y le enviaba un avión privado al que se tenía que subir anoche, pero que, finalmente, saldrá hoy tras colgar un simple comunicado en su web y despedirse de su hasta ayer plantilla.

Hoy ya estará en Londres, donde tiene trabajo por delante -su nuevo equipo está penúltimo en la Premier-, aunque lo desempeñará con el estímulo de un contrato que le hace convertirse en el entrenador mejor pagado del fútbol mundial (además, tendrá las funciones de mánager deportivo, aparte de la de entrenador), algo que seduce a todo el mundo.
"Mi corazón se queda en Nervión. A la familia roja y blanca sólo deciros que podré ir muy lejos pero, amigo sevillista, te aseguro, que nadie estará nunca tan cerca de vosotros", con estas palabras se despidió el ex técnico sevillista. Sus palabras se contraponen a las de Del Nido, presidente del club tojiblanco. "El Sevilla FC viene lanzando desde hace cinco años y medio, así que tengo que decir que es un Sevilla grande, Entidad que, además de ser centenaria, ha crecido y conseguido lo que nadie en España, y lo vamos a seguir haciendo, pase lo que pase en el banquillo del entrenador del primer equipo del Sevilla FC. Una vez los acontecimientos se desencadenen, adoptaremos la decisión que más convenga a la Entidad, porque el daño que se hará será grande, pero seguro que levantaremos cabeza, la afición sabrá comprender que ahora más que nunca, Sevilla FC, hay que recordar que lo único importante en el Sevilla es la bandera, el escudo y la afición. Este mensaje se hace hoy más fuerte y vivo que nunca y a buen seguro, con el apoyo de la afición, este Club saldrá adelante".

Ya se ve, con esto se demuestra que la gente no siente los colores del equipo, sólo los colores del dinero... y luego dicen que el dinero no da la felicidad... Juande está más feliz que un niño con zapatos nuevos... Pues nada, mister, gracias por lo que nos has hecho conseguir aquí, pero que sepa que su salida no ha sido, precisamente, la de un Sir inglés... Se puede decir más alto, pero no más claro.